Trampantojo. Esto es lo que leíamos en la espalda de nueve jóvenes el pasado 7 de mayo. Recorrieron la línea seis de metro vestidos con un atuendo un tanto peculiar: monos blancos de la cabeza a los pies, guantes y bolsas de basura en los pies, negras, y mascarillas. Subieron en la estación de Guzmán el Bueno con el cometido de… ¿promocionar su página Web? No. Era un grito de libertad de expresión. No trataban de vender ni lucrarse con su actuación, sólo buscaban despertar la conciencia individual de cada uno. Eran como ya he dicho, nueve jóvenes acompañados por una chica que iba tomando notas de todo lo que acontecía y había dos chicas más, que sin saber si formaban parte del grupo o no, iban tomando fotografías y vídeo de todo ello.

Cuando fueron a montar en el vagón en Guzmán el Bueno, un vigilante de seguridad y el inspector de la estación les retuvieron hasta que confirmaron el permiso (¿permiso a qué? ¿Acaso iban a llevar a cabo algún tipo de acto vandálico?), y es que a nadie se le puede negar la entrada a metro por muy distinto que sea su vestuario.
A lo largo de todo el recorrido tuvieron encuentro con varios vigilantes más de seguridad, que se acercaban a preguntar pero en ningún momento hubo ningún problema ni fueron obligados a abandonar el metro. Una vez dentro cambiaban cada “x” tiempo de vagón, e incluso esperaban al siguiente tren como hicieron en plaza Elíptica. “Respeto y conciencia en la sociedad”, “no pretendemos dar miedo, sólo defendemos el artículo 10 de
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ResponderEliminarEsto tiene futuro... Es más, creo que si se va actualizando constantemente puede llegar a ser una plataforma muy bien estructurada. Felicidades chicos/as!
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